Las mujeres y hombres jóvenes de hoy, enfrentan graves problemas sociales, políticos y ambientales heredados de los adultos mayores. Sin embargo, son sistemáticamente excluidos de las decisiones políticas, aun cuando ellos constituyen una cuarta parte de la humanidad.
Si aprovechamos su energía, creatividad y talento para abordar las diversas desigualdades que enfrentan, todos cosecharemos un ‘bono demográfico’ y construiremos un mundo más justo.